Main Reaction - Blog TFL | Mayo 2020

El cuero en tiempos del coronavirus

Mientras escribía el borrador de este blog, el bolígrafo que usé literalmente se vino abajo (esto no es inventado…). Era uno de esos bolígrafos que te regalan como obsequio promocional en ferias, hoteles, congresos, etc. Mientras tanto, yo tenía una gran colección en casa. Este pequeño “incidente” ocurrió mientras atravesamos una crisis que no se había visto desde la Segunda Guerra Mundial, una crisis que puede darnos tiempo para reflexionar qué cosas son realmente importantes y qué cosas salieron mal en el pasado.

El desperdicio de recursos es uno de ellos y somos muy conscientes de que los recursos basados en fósiles son limitados y no se pueden renovar rápidamente. Entonces la pregunta es ¿por qué necesitamos tantos bolígrafos y qué papel juega el cuero como material en este contexto? Es posible que haya leído artículos de TFL en varias revistas sobre el cuero como material sostenible y haya encontrado algunas respuestas.

Por supuesto, no todo el mundo estará de acuerdo con que el cuero sea sostenible, y menos aún los activistas por el bienestar animal que afirman que los animales se crían y matan para fabricar cuero. Sin embargo, esto no explica por qué millones de pieles fueron destruidas el año pasado cuando la demanda de cuero era baja. El hecho es que la cría de ganado se debe principalmente a las necesidades nutricionales en forma de carne (nota: más del 90% de la gente come carne) y los productos lácteos, subproductos como pieles, grasa, pelo, etc., se utilizan en medicina, farmacia y otros productos nutricionales y por supuesto para la elaboración de cuero. Un suministro suficiente de alimentos durante una crisis es fundamental y las curtiembres desempeñan un papel importante en el cuidado de las pieles y su procesamiento.

Pero, ¿cómo puede el cuero convertirse en un material preferido y sostenible? Esto depende en gran medida de los recursos y las prácticas de fabricación. Las pieles, como materia prima principal, idealmente provienen de granjas y mataderos que aplican buenos estándares de bienestar animal y de cría y que no se abastecen de granjas que crían ganado en tierras deforestadas en la selva amazónica. Los consumidores se preocuparán más por la calidad de la carne y su procedencia. Lo mismo se aplica al cuero y las pieles. Le siguen los productos químicos, además del agua, el otro recurso importante en la fabricación del cuero. Todos los productos químicos utilizados deben ser seguros y no dañar a los consumidores ni al medio ambiente. Esta es la razón por la que TFL aplica los más altos estándares de seguridad química y garantiza el cumplimiento de todos los requisitos legales, pero también de programas como los de la ZDHC. Se pone mayor énfasis en el uso de recursos renovables en la fabricación de productos químicos (por ejemplo, aceites y grasas naturales, proteínas, celulosa modificada, etc.) y el tipo y la cantidad de energías utilizadas.

La mayoría de los consumidores consideran el cuero un producto natural. Depende de los agricultores, las curtiembres y los proveedores de productos químicos demostrar que esto es cierto. El cuero de la más alta calidad es duradero y agradable a nuestros sentidos. Es menos probable que desechemos productos que nos gustan y que no eran baratos. Lo más probable es que esto le suceda a algunos de los bolígrafos que me quedan, ¡pero no a mis maravillosas botas Timberland que ahora tienen 12 años!